Oue hay detras

¿QUE HAY DETRÁS?

Alberto, 90 años, pensionista

 

Una silla y una mesita al lado. Sobre la mesita una pistola. El escenario está a oscuras. Un spot ilumina la silla y la mesita.

Alberto:

-Me da pena seguir viviendo. Llevo 14 años sin mi amada, que en paz descanse. Tuve 6 hijos, de los cuales solo 3 viven todavía, pero como fuesen muertos, ya deje de contar los años desde que no les veo. Dos de ellos viven en Argentina y uno en Canadá. Para que conste que no han pasado “la frontera” me escribe una postal al año. Navideña, siempre navideña. Mis amigos se fueron marchando uno a uno, a la otra orilla dejándome almorzar con mi soledad. Quise seguirles, pero se ve que sin mucho desdén; el barquero no quiso llevarme. Pero algunas veces vienen a visitarme, eso sí en los sueños, pero qué más da, a mi edad apenas distingo los sueños de la realidad. Se cola en mi cama también mi mujer, no tan a menudo como yo quisiera, pero viene. Siempre joven y fresca como estaba en el momento que la vi por vez primera en aquel portal al lado del viejo restaurante del puerto donde solía emborracharme después de la cruel faena de pescar en el mar. Ya no queda rastro del viejo restaurante, en el lugar se alza un hotel de 5 estrellas. Mi mujer no fue una belleza. Era menuda, robusta sin ser gorda y tenia fino bigote, pero estaba, como decía, joven y fresca y sonreía mirando al cielo claro sobre el albaricoque del frente. Me dio un no sé que en mi alma y quise tenerla. La enganche en mi red no porque era el príncipe azul, aunque no era feo del todo sino porque tenía mi propia barca, era trabajador y así corrían los tiempos. Compartimos cama, my amada y yo, cuando quiere venir y nos abrazamos tierno sin decir palabra. Nunca hacemos el amor, se ve que las hormonas no se mueven más por mi sangre. Ni falta me hace, estoy a gusto con que este. Y más aun, sonríe, cada vez sonríe. Yo también sonrío y en ninguno de estos sueños me pregunto si fue feliz a mi lado si la hice sufrir si ha entendido que la he amado aunque no se lo dije en voz alta más que durante el corto noviazgo. Estas preguntas y muchas más, me las hago al despertar, frente al carajillo, fumando mi eterno puro. Detrás de la ventana el jardín se desmelena. No me gusta pero ya no tengo fuerzas para arreglarlo. Esta era tarea de mi mujer. A veces pienso que por amor al jardín me dejo cayendo muerta abrazando un ramo de rosas. Si yo había tenido alma de poeta le había compuesto un bonito poema como réquiem. O no, los poetas suelen morir jóvenes. Tenía que ser escritor, estos viven más, algunos demasiado. Pues no soy ni una ni otra, así que…

(Coge la pistola y se pega un tiro, la luz se apaga. Cuando la luz se enciende sobre la silla está sentada una prostituta desnuda de cintura arriba. En sus manos tiene una copa medio llena. La pistola, sobre la mesa. En el suelo el cadáver de un hombre. La chica escupe sobre el cadáver.)

Hijo de puta embustero. A ver a que te sirve ahora que hiciste de mi puta a la fuerza.

Hay chicas ninfómanas o simplemente con ganas de follar hasta reventar. Podrías escoger entre ellas aunque tampoco ellas tenían que trabajar para ti puto cabron. Tú y todos como tú tenéis que desaparecer.

¿Qué clase de animal fuiste? Me pegaste, me violaste, me enjaulaste, measte sobre mí, me cortaste, hasta cuando cede y empiece a trabajar de puta, tu puta, tu pepita de oro.

Vine a verte desde Columbia porque hemos crecido en la misma calle aunque no te había visto más desde que éramos niños.

Ni siquiera quería quedarme en España. Solo estaba deseosa de visitarla. Tenía mi vida

allá en el nuevo mundo una vida llena, redonda .No me dejaste contarte que ya no era la misma chica sucia y ladrona como casi todas las chicas de mi edad de nuestro bario. Te fuiste antes de ver como salí del bario como me puse a estudiar hasta llegar laborante y mudarme de aquel bario inmundo en uno selecto. Si que con todo esto no lograba ahorrar para darme el capricho de visitar España por mi sola. Y acepté tu invitación-¿de dónde sacaste mi dirección?-sin pensar un segundo que en España podría ser peor, en algunos casos, que en mi país.

Me equivoque, pero tu mas. Un laborante sabe preparar venenos bastante eficaces. No te diste cuenta o no pensaste que tengo tanto valor para matarte. Te sentías muy encima de tal peligro protegido por los policías corrutos con los que estabas enrollado.

Mal, lo hiciste mal. Por tu culpa los dos estamos muertos. Si digo bien, los dos .Por dentro estoy muerta hace tiempo, lo estaré por fuera muy pronto también.

Sé que podría ir para delante pero no lo voy a hacer. Millones de mujeres que sufren o han sufrido lo mismo que yo o peor comprenderán aunque no tienen el mismo moro, digamos, para suicidarse.

Las cosas han ido tan rápido que no he comprendido desde el primer segundo que no tengo escapatoria.

No lo tenía y no lo tengo por qué después de salir de la cloaca, y yo lo hice con ayuda de Dios hace años, no puedes regresar vivo.

Estoy consciente de que los tiempos han cambiado y la gente mira con otros ojos a las putas, pero no he cambiado yo, y esto es lo más importante. No sé si me voy a aguantar a mí misma, no sé si mi amor de mi vida, normalmente tengo que encontrarlo, tendrá un clavo en su corazón, por menudo que sea, por mi pasado, no sé si mis hijos no sufrirán si algún chiquito cruel hará uso de la vieja expresión “tu puta madre”. Y seré además de zorra, una ex carcelaria y una matona.

Añado a todo esto que estoy borracha y medio loca. El diablo me sonríe. Temo que no me queda otra que sonreírle también (sonríe).

Hola eterno amigo. Espera un poco. Tengo algo que decir a los espectadores y te sigo.

(Se levanta y se dirige al público)La vida es efímera amigos .Nos toca vivir poco y a veces mal. Pero también es verdad que hay bastantes momentos de sublimidad. Entre vivir un estado de bien y vivir un estado de mal el balance no marca algún signo. El signo lo vamos poniendo cada uno de nosotros. Mejor ponerle +.Por esto hay que llenar el alma de belleza ofrecida de este mundo y rechazar todo lo feo y doloroso. Ustedes me harán y se harán un favor debatiendo con los conocidos los hechos que han visto sobre este escenario .Adiós.

(Toma el arma y se mata .Las luces se apagan)

.

Se encienden las luces.

 

De pie un negro.

Tal como ven soy negro. Esta noche voy a suicidarme delante de ustedes como todos los personajes positivos de esta obra. Aquí he de decir que hay un personaje negativo, lo verán más tarde, que no se va a matar a pesar de que podría tener, según algunos, más motivos de salir del matrix.

El autor de la obra me ha encargado a decirles a ustedes que no hay a tomar a pie de la letra lo del personaje positivo y el personaje negativo.

El autor está convencido de que solo ustedes, cada uno y no en grupo, pueden decidir cual personaje es positivo y cual no.

El autor, también, ha decidido que no seré yo quien desvelara los motivos de mi suicidio sino ustedes. Al autor le parece que su público merece el derecho de ser creativo y no solo el derecho de asistir quieto a algo para que hayáis pagado con su trabajado dinero.

No es una tarea fácil para ustedes de imaginar algo horrible que conduce a un suicidio a un hijo de dios, pero no es obligatorio hacer este ejercicio. Pueden ustedes imaginar que soy un hijo de puta, merecedor de mi muerte y tranquilizarse. O, mejor, no imaginar nada. Dejar la mente en blanco, no implicarse, no intervenir, no interponerse en el transcurso de la naturaleza, es una sana costumbre.

Sobre mi si no hablan los hechos, buenos o malos, hablara mi cara como se dice.

A algunos les voy a gustar. A algunos no. Sobre esta base los que quieren pueden darle un estarte -up al botón de la imaginación. Los otros pueden darle al botón de pausa.

Antes de tomar el arma tengo confesarle que el autor me predijo que al no contarle nada de mi vida seré el favorito entre los personajes. Yo no entiendo nada pero él tiene que tener sus razones.

A los que quieren ser imaginativos les voy a dar algunas pistas que no son necesariamente verdaderas: naci en una choza de una aldea típica africana, hijo de una madre ablacionada y posteriormente infectada con HIV, después de una violación a la que fue sometida de mi propio padre, un niño soldado mientras que los compañeros de mi padre mataban a todos los familiares y vecinos de mi madre. Esto es lo que me contaron. No sé si es la verdad o fabulaciones, teniendo en cuenta que los africanos viven en un mundo de fantasía donde pasan cosas que un europeo solo puede imaginar. ¡Si puede! No solo hay horrores, yo me enamore, me case, y tuve un hijo. ¿Qué más puede uno pedir además de estas alegrías? Pues pide. Aunque es africano. Así que subí en una patera y un día de otoño por la tarde llegue medio muerto a Tenerife, y con la fe de que mi mujer y mi hijo ya no estaban más en peligro de morirse de hambre.

Esta es unas de las pistas. Otra pista cuenta que era yo el jefe del hampa de los suburbios de Nairobi. La crueldad era mi nombre. Mataba por encargo como por placer. Esto del placer de matar venia desde lejos, desde cuando era un niño soldado. En aquellos años mate y viole hasta reventar. Fui doble afortunado: las balas de mis enemigos nunca me cogieron, y las enfermedades de transmisión sexuales les engañe con gomas, a lavado sea el que me enseño usarlas. ¡Como decía, gente de la hampa! Dinero, oro, coches de lujo, casas en la playa, vacaciones en el extranjero, sueño de todo europeo. Lo tenía todo y sin esfuerzo, contando que para mi matar no significaba un esfuerzo si no un placer. Hasta aquí. Cerramos esta pista y abrimos otra, la última: nací en Barcelona, soy hijo de dos profesores y mis padres aun viven. Tengo una hermana mas, catedrática, casada en Inglaterra. No estoy casado. Lo estuve. No tengo herederos.

Aquí acaban las pistas. A mí me falta un último gesto y a ustedes la imaginación. ¡A algunos, por supuesto!

(Coge la pistola y la dispara. Al encenderse la luz un cura arrodeado, hace la cruz y se levanta)

“To be or not to be?” (preguntaba Hamlet). Lo mismo me pregunto yo. A ser o no ser creyente. Solamente esta interrogación me saca fuera de entre los seguidores de la fe. ¿Qué es lo que me paso a mí, tan devoto y humilde cristiano, para llegar a perder mi fe en Dios? Reconozco que todavía amo a Dios, pero ya no suscribo a sus métodos. Felices los ateos que no creen en la existencia de Dios. Ellos no tienen mis inquietudes. Yo sí creo en la existencia de Dios, creo en el Pentateuco. Creo que el santo libro fue escrito por el dedo de Dios, creo que se mando a sí mismo como su propio hijo denominado Jesús, para cambiar a su antigua ley a llegar a comprender que era una ley muy cruel para su propia creación, el ser humano. Por este acto, me enamore de El. Antes este amor conllevaba fe en Su bondad y en Su amor hacia mí y hacia mis hermanos, los humanos. Ahora mi amor hacia El carece de fe. Es como el amor por una mujer que sabes que te engaña, pero eres incapaz de dejar de quererla.

Tengo sofocos por las noches, me levanto de la cama y me arrodillo delante de un crucifico de madera muy antiguo. Sostengo entre los dedos mi rosario y pregunto a nuestro Señor Dios todo lo preguntado hasta ahora, con una sola pregunta: ¿Por qué? No me contesta. Se interpone mi conciencia y empieza a contestar en lugar de Dios. No lo acepto. Quiero respuestas de Dios, no de mi conciencia.

He decidido ir a ver a Dios para entender porque este mundo va del mal en peor, a pesar de tener una Buena Nueva. A ver a Dios supone a morir. Asumo esta responsabilidad. La asumo ya quitándome la vida, siendo consciente de que la iglesia me condenara al infierno. Pero la iglesia no es Dios. Vamos a ver que decide el Señor. Aquí digo yo no hay más de dos posibilidades:

  1. Me recibirá y me dirá porque no pudo llegar su amor hasta mi corazón.
  2. Me recibirá y me mandara directo al infierno donde el Diablo ya no tiene que darme alguna explicación, porque se entiende que solo está jugando el papel del malo de la peli.

Al final queridos espectadores, os diré para decir algo, que a mi juicio para el amor merece morir para resucitar. ¡Adiós!

(Se apaga la luz y se oye el disparo. Se enciende la luz. El mismo escenario. La esclava Isaura, vestida de época se mueve nerviosa hablando portugués. En una esquina un chico maneja carteles con el texto en castellano de la traducción de la aclamación de Isaura.)

Si lo habéis entendido soy la esclava Isaura de la celebra telenovela con el mismo nombre. Lo que no acabo yo de entender es que estoy pintando aquí delante de ustedes. Ni es mi época ni estoy deseosa de quitarme la vida. No quiero hacerle alguna crítica al autor de esta obra, cada uno con sus fantasmas, pero le digo simplemente que este no es mi lugar.

Luego les diré a ustedes que no entiendo ni porque están ustedes viendo esta clase de obra ni a los que actúan sobre el escenario. Y esto porque todos ustedes nacieron libres y yo nací esclava. No tenemos la misma filosofía de la vida. Mirar, ustedes están tan libres que tenéis la libertad de quitarse la vida. Yo no, porque no pertenezco a mí misma. Si no que soy uno de los bienes de mi amo. Sé que es un poco chungo oír tal filosofía saliendo de la boca de una analfabeta, pero qué más da, es la pura verdad.

A continuación le ruego a ustedes a hacer un ejerció de conciencia: mirad dentro de ustedes y decid si se sienten verdaderamente libres, amos de sus propias vidas. Los que se están suicidando aquí delante de ustedes sí que son sus propios amos. Pero ustedes yo diré que la mayoría no lo son. Solamente se engañan unos a otros. Si no he dicho que se engañan a si mismos, es porque no lo hacen. A lo hondo saben muy bien que no son libres, que son esclavos como yo, pero a la vez que conozco mi amo, ellos no conocen a sus amos y por tanto sufren el terrible temor que se suele sufrir ante el desconocido y se quedan parados ante cualquier acción que puede romper las cadenas con las que ellos mismos se encadenaron, para no desatar la ira del desconocido amo.

Yo pienso que el autor de esta obra quiso, a través de unos personajes que interpreta vidas corrientes y insignificantes, ayudar a entender a los esclavos modernos una tesis que es común en algunos puntos con de la iglesia cristiana, tesis que dice que los que no temen la muerte vivirán.

Bueno, como decía al principio yo no pinto nada aquí y además temo que mi amo me está buscando. Les dejo seguir saboreando la obra. (Gritando hacia arriba) Maestro sácame de aquí y envíame a mi amo. (Con la mano derecha sobre el pecho grita la palabra “engage” y las luces se apagan.

(El mismo escenario. Un caballero en frac llevando guantes blancos mira la pistola fumando un puro. Sobre la mesa un cenicero, un vaso medio lleno y una botella con whisky.)

-Según puede imaginar soy el malo de la película. El ladrón de guantes blancos. (Deja el arma sobre la mesa y se toma un trago del vaso)

-Algunos ya interpretan que soy matón de guantes blancos por la cantidad de gente a las que les destroce las vidas. Tonterías, se destrozaron las vidas solitos. No les puse ningún arma a los sesos para coger un crédito u una hipoteca. No tengo remordimiento por eso. Es verdad que me hice rico de esta pobre gente, pero es el juego. Yo lo entendí desde que era joven y elegí a ser banquero en vez de ser cliente de la banca. Por supuesto que ser banquero conlleva algunos riesgos también. No tan fuertes como en el pasado, cuando los reyes se permitían no devolver el préstamo. Esto es agua pasada. Hoy en día “El Poder” o sea los políticos – de derecha o de izquierda, igual- obedece a la banca. Los políticos están tan enredados con los banqueros de tal manera que no pueden hacer daño a la banca sin hacerse daños a unos mismos. Por este lado estamos cubiertos. El riesgo viene de dentro. Hay tanta codicia que peligra a todos incluido a nosotros los banqueros. Mientras corría el peligro del comunismo “El Poder” y “La Banca” estuvieron para servir a la gente. Después de la caída de la URS y el fracaso del comunismo en el mundo el ciudadano cliente se quedo desamparado. Esto de los sindicatos es una broma. Así que si algunos, la verdad es que mucho, están sufriendo estos males modernos, no es mi culpa. Yo pienso que si para mi bien tendré que hundirle en más sufrimiento, lo hare. Parece que le gusta el masoquismo tanto como a mí las mujeres bellas, las cenas refinadas, los viajes de lujo, las obras de arte – yo me las permito comprar- casas magnificas, sirvientes, etc. Cada uno con lo suyo.

También sé que cuando esta gente se hartara del sufrimiento y va querer cambiar de situación lo hará. ¡Para esto están las revoluciones, coño! (Toma otro trago, se relaja, fuma.) Ya queda poco. Como les he dicho antes hemos llegado a ser tan codiciosos que pronto llevaremos – los banqueros y los políticos- la gente a sublevarse. Algún político se emborracha a sí mismo con agua pensando que si se mantendrá un 70% de la población sobre la raya de la pobreza, el sistema se mantendrá.

¡No puede ser tonto! La caja de la Pandora se abrió hace tiempo. (Lleva el arma en sus manos y lo mira.) ¿Cortarme la vida? (Pone el arma sobre la mesa y se frota las manos.) ¡Que va ser! ¿Por qué dicen algunos que tengo la conciencia no sé cómo? ¿O no la tengo? ¡Barbaridades! Tengo conciencia y la tengo muy tranquila. (Mira el reloj de su mano.) Es la hora de marcharme. Me está esperando un acontecimiento. (Se levanta y grita al director de la obra.)

¿Llévate este arma de aquí! Hay gente desesperada que puede hacerse daños. Señor director, por favor. Recuerda lo que dice Jesús: “No nos dejes caer en la tentación”

Y además recuerda que los pobres tiene alternativa, si no ahora, más tarde. Si no más tarde, la tendrá en los cielos. ¡Apaga la luz!

(El escenario cambia. Desaparece la mesita, la silla, etc. Sobre dos balancines Dios y Diablo fumando unos puros.)

Dios: – Tuviste una idea fantástica con estos cigarros. A pesar de que en el Pentateuco está escrito que el humo de incienso es mi favorito este humo si proviene de un purito cubano, me agrada más.

Diablo: – Hago todo lo que puedo para servirte. Tú que todo lo sabes, sabrás que nada hago en tu contra.

Dios: – Si, lo sé. Ni pude ser de otra manera. Eres mi creación. Una prolongación de mi ser, como todo ser que haya en el mundo.

Diablo: – Dejaste a la gente creer que soy tu enemigo.

Dios: – ¡Y un pepino! Le deje a libre albedrío. Con la pizca de imaginación que chuparon de mi te han convertido en el malo. Vale para ellos, para mí no, yo se la verdad.

Diablo: – Revélales la verdad. Les cortaras el sufrimiento.

Dios. – Veo en ti los primeros signos de alzhéimer. Acuérdate de Jesús. Mande al pobre hijo con el mensaje de la revelación. ¿Lo aceptaron? Pues no, lo mataron.

Diablo: – Juegas conmigo. Jesús me hizo más negro de lo que soy. Si relevo algo, relevo que yo soy el malo, y tu el bueno. O sea, no relevo nada mas de la gente ya sabía.

Dios: – (sonriendo) No te enfades, solo me sirves de negro. Si te blanqueo no te queda otra que desaparecer del panorama. Un Diablo blanco es una contradicción en términos. Lo de Jesús fue otra cosa. Y a ti también te vino de maravilla porque te saque en el mundo entero. Bueno, menos el asiático. No puedes tener todo. Pero por favor seas agradecido por lo demás.

Diablo:- No se trata de mi si no de estas pobres criaturas como los que vimos en esta obra.

Dios: – ¡Ay, ay, ay, no entiendes nada de nada! Yo no puedo dar ningún paso atrás frente a un falso entendimiento de algunos humanos que me tachan de injusto. Haga lo que haga, yo no puedo ser injusto. ¿Hay personas buenas por naturaleza, que sufren por qué no comprenden mis acciones? Pero no tienen nada que comprender. Solo que tener fe en mis acciones, y dejaran de sufrir. ¡Yo no solo soy justo, si no El Justo!

Diablo: – Dile esto a José Saramago.

Dios: – No te metes con él. Es mi hijo prodigo.

Diablo: – En toda su obra te esta denigrando.

Dios: – La publicidad negativa, sigue siendo publicidad.

Diablo: – ¿La necesitas?

Dios: – La necesitamos. Sin la publicidad no somos nada. Hemos partido de abajo con los israelitas, peleando con Ball, luego hemos creado la marca Jesús, a la que pronto hemos añadido, por necesidad la marca Santa Trinidad, y por fin hemos creado el islam por el carismático Mahoma. De momento no necesitamos más creaciones. Pero necesitamos publicidad para mantenernos en las cumbres.

Diablo:- ¿Y no podemos tener publicidad sin dejar que el sufrimiento ande libre entre la gente?

Dios: – ¡No! El sufrimiento y la violencia, venden mejor, de momento. Más tarde puede haber cambios porque yo les inserte a los hombres tanto maldad como bondad. Puede que un día descubrirán como usar solo la bondad sin hacerse daños mayores que usando a la vez dosis de maldad y bondad.

Diablo: – Este me hule a filosofía y no de la buena.

Dios: – ¿Y cuál es la buena?

Diablo: – ¡Yo que sé! Solo estaba haciendo conversación. El aburrimiento de la eternidad es muy pesado. Algo hay que hacer o hablar para combatirla.

Dios: – De acuerdo. Por esto ni me agrada un mundo perfecto. Bastante tengo con la perfección del Paraíso.

Diablo: -¡Eh, el Paraíso!

Dios: – ¿Lo echas de menos?

Diablo:- Allá tengo mi juventud, mi inocencia.

Dios: – Un día regresaras.

Diablo:- ¡Que alegría! ¿Sera pronto?

Dios: – Dentro de una eternidad el significado de la palabra “pronto” no tiene valor. Ya lo sabes. No sé porque tienes que hacer el tonto conmigo. Yo te llame para hacer comentarios sobre esta obra de teatro, no por otra.

Diablo: – Lo siento Amo, comencemos la crítica.

Dios: – ¡No sigues por allí! He dicho comentarios, no critica. ¿Qué eres tu filólogo? Dime ¿de cuál de los personajes crees que te encargaras tú?

Diablo: – De todos, menos de la esclava Isaura, diría yo.

Dios: – Mal pensado. ¿Por qué te dejare al viejo?

Diablo: – ¿Por qué mato a un cura? ¿Por qué se suicido?

Dios: – Lo del suicidio déjalo a un lado. Yo no lo condenare. Dejo que se manifieste el libre albedrio sin restricciones. Mato a un cura, verdad. Pero luego se sustituyo al cura y me sirvió toda su vida con mucho más desdén que aquel cura. Hay un mogollón de criminales que mataron so dicho en mi nombre y la gente le santifico. Estos me dan mas dolor de cabeza que el pobre pescador.

Diablo: – A la prostituta matona me la llevo sin duda. ¿Has visto que bella sonrisa me regalo? Esta sabe de ante mano con quien compartirá la eternidad.

Dios: – Dios es esperanza. Cierto que se entrego a ti por fuera pero gritando mi nombre por dentro de ser absuelta de tu compañía. Y yo lo absuelvo.

Diablo: – Es injusto.

Dios: – Te quejas como un humano. Nada puede ser injusto en mí. Muy bien lo sabes tú.

Diablo: – Pasando pagina. Me queda el Negro y el Banquero.

Dios: – ¿El Negro porque? ¿Por ser negro? ¿No vez que todavía no se sabe porque se quito la vida? Hay que esperar al público que imagine algo.

Diablo: – ¡Poca esperanza!

Dios: – Poco no es nada. Algo es algo.

Diablo: – Anda, otra vez con esta insípida filosofía…

Dios: – El publico necesita un poco de humor.

Diablo: – Lo que tu digas. Por fin me queda el Banquero. Pienso que no hay motivo alguno para sacármelo de las garras.

Dios: – Motivos hay miles.

Diablo: – Como lo veo yo quieres dejarme sin mano de obra.

Dios: – Si este es tu antojo te lo dejare, pero decir que no hay motivos que me lo lleve yo, es falso.

Diablo: – Dame uno.

Dios: – ¿Qué?

Diablo: – Un motivo.

Dios: – Está diciendo la verdad, no se anda con….

Diablo: – Vale, entendido. Hoy estas de buen humor. Esperare a que te pase.

(Entran dos enfermeros).

Un Enfermero: – Los señores tienen que dejar el jardín. Pronto lloverá. Además el doctor les está esperando en su gabinete. ¿Hoy han tomado ustedes sus pastillas?

(La luz se apaga)

FIN

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